ENCONTRAR PALABRAS EN TODAS PARTES: TRADUCIR LAS NARRATIVAS DE LO QUE SE MIRA

Creo firmemente que las palabras trascienden el espacio de las hojas y las ficciones. Buscan nuevos refugios y se crean huecos donde a simple vista no caben En el tiempo que llevo experimentando con ellas he aprendido que tenemos ideas en todos lados. Se puede jugar a desdibujar sus límites y hermanarlas con nuevas disciplinas. Funciona porque cada una de las cosas que vemos, sentimos y experimentamos puede ser traducida a palabras.  Las ideas nacen en otras formas al darles  un nombre; un terreno para que existan a disposición de que otros también puedan entendernos. Aun en lo complejo que es que unos nos comprendamos a otros,  intentar hacer emerger el pensamiento en palabra es una magia que busca generar espacios conjuntos. Lugares donde sea posible mediar la distancia entre un pensamiento y el otro. Acercarnos en la comunión de un acuerdo tan antiguo como lo es nuestro lenguaje.

En mi camino por el lenguaje me he dado cuenta que aunque podamos hablar de lenguajes como un plural que divide lo hablado, lo escrito, lo dicho a través de la imagen, de los cuerpos o de las diferentes formas infinitas de hacer arte,  todo apunta a una misma cosa.  Compartimos una misión común; materializar lo que se imagina, tratar de bajar del mundo de las ideas aquello que nos inquieta o nos mueve. Algunos han elegido las imágenes, la pintura, el dibujo, modelar las formas de tal manera que exprese eso que necesita un lugar en el espacio. Otros hacen magia sobre el escenario o las ficciones, dicen cosas con el cuerpo, con los ojos, con el juego de ser otros. Hay quien nos habla desde la digitalidad, al jugar con los nuevos medios que existen para expandir lo que se piensa. Otros escogimos  adentrarnos en la alquimia con estos códigos mágicos llamados palabras; jugar a las combinaciones de elementos precisos que permitan acercarnos al otro. Y lo mas bello es que la búsqueda no acaba en expresar lo que llevamos dentro o clarificar una idea propia, sino que seguimos en el ruedo intentando convertir todo aquello que reconocemos en los lenguajes del otro, en sus formas precisas para decirnos algo del mundo y llevarlo a que se abrace con nuestra propia forma de mostrarlo en códigos precisos como la palabra.

No me gustan las distinciones entre un espacio del lenguaje y otro, pero considero necesario reconocer en donde acaban mis fuerzas o mis posibilidades. Justamente porque deseo llegar a más espacios, a más oportunidades de que el otro me entienda. Es así como permito que las otras disciplinas y terrenos del lenguaje inunden el trabajo propio.  En la búsqueda de decir las cosas en muchas más maneras dentro del infinito de las posibilidades. Dejo que alguien diga lo que siento en la palabra mientras baila, que otro alguien le de una imagen, lo haga pintura o le abra campo dentro de una obra en el escenario. El manifiesto eterno es que no se acaben las posibilidades, que las ideas nunca dejen de expandirse y para ello necesito permitir que se construyan puentes entre disciplina y disciplina. Una  idea que se vuelve inconcebible si no incluye el trabajo y la enseñanza de otros; de aquellos quienes pueden llevar a sus propias formas de concebir y manejar el lenguaje las semillas e ideas que nacen dentro de mi pensamiento.

Cada una de las personas que se dedica a intentar traducir la experiencia humana en arte tiene una forma particular de hacerlo, encuentra una narrativa  que conduce su obra y es necesario hablar de ella. Si perse es difícil encontrar la combinación exacta de códigos para hablar de uno mismo, lo es aún más cuando hay que brincar de un espacio del lenguaje al otro. Pasar de los lenguajes visuales, que son los temas que principalmente ocupan a esta galería, a la palabra, que genera comunión entre unos y otros, es un salto complicado, pero sumamente necesario. Dentro del territorio de lo visual hay un mundo de ideas, conceptos y procesos creativos que a menudo quedan ocultos a simple vista. Darles un nombre, una palabra, un hilo conductor que oriente a quien los observa se convierte en una misión importante para trascender del interior de uno como artista hacia la búsqueda de proyectar aquello que se crea hacía cada vez más personas. Para que las ideas y los sentimientos abarquen más y más espacios. 

Por ello es importante generar los formatos adecuados que respalden a las ideas que se ocultan a simple vista o que no se pueden comunicarse con absoluta precisión dentro de la imagen. Encontrarle un adjetivo, un adverbio o una palabra a las experiencias  se vuelve muy complejo, pero también absolutamente necesario para trascender al propio lenguaje y comunicarse con otros.  Es aquí donde los textos de sala, portafolios y dossier de artistas juegan un papel importante, pues permiten abrir el mundo personal y sensorial de los artistas y creadores hacia el otro. Para que las ideas dejen de ocultarse entre velos y existan en toda la plenitud de sus complejidades. 

Mar Llamas 

Start typing and press Enter to search

Shopping Cart

No hay productos en el carrito.