Rafael Esquivel y las preguntas que mueven a su arte
Rafael Esquivel o Persa Esquivel, como también lo conocen, es un artista joven, mexicano y con una gran propuesta de obras alrededor de narrativas muy completas. Su obra es un territorio lleno de preguntas y respuestas que vale la pena conocer más a fondo.. Es licenciado en artes visuales por la Universidad Autónoma de Zacatecas, su estado natal y lugar de residencia. Tiene 29 años y desde el 2018 en que egresó de la carrera ha mantenido esfuerzos por crear colecciones de arte visual enfocadas en investigaciones profundas y llevadas a la practica. En 2019 presentó su primera exposición individual “Eremitas del desierto”, una serie de piezas creadas alrededor de una investigación sobre el ascetismo, donde se exploraron varios cuestionamientos alrededor del silencio. Posteriormente, llegó “Taciturnos de la Urbe” un nuevo proceso de investigación y creación completamente contrastante donde se movió a través del ruido y lo caótico. Actualmente continúa explorando ambas ideas, buscando los puntos de unión entre lo que aparentemente es irreconciliable.
Pero más allá de buscar palabras para hablar del artista de manera directa dejaré que su arte hable por sí mismo y haré un recorrido por su obra con la idea de entender a mayor profundidad su traducción a lenguajes visuales y su trabajo como creador. La idea es comprender la manera en que ha clasificado sus pinturas alrededor de los temas explorados, y las búsquedas que lo han llevado a la creación de colecciones específicas; al traducir la investigación y las ideas en códigos visuales que le permitan dar un elemento formal a todo aquello que se gesta en el pensamiento.
Su primera exposición “Eremitas del desierto” nace de un proceso de investigación que puso el cuerpo y la experiencia de por medio. Esta serie de obras parten de una exploración sobre el ascetismo y los ermitas; una forma de vida practicada desde memorias ancestrales por monjes de distintas religiones y creencias. Las preguntas y las respuestas se materializaron por medio de una serie de visitas de observación a un par de ermitaños pertenecientes a una orden franciscana. Dentro de las experiencias vividas durante este proceso el artista encontró un vínculo muy especial entre el fuego y sus interrogantes. A partir de ello, comenzó una nueva búsqueda de elementos conceptuales y visuales relacionados con aquel elemento que causó tanta fascinación e impacto en él..
Por ello comenzó a buscar formas de utilizar el fuego como una herramienta para obtener un resultado visual. Más allá de utilizar sus representaciones, logró usar este elemento, tan lleno de vida y poder, como una forma de tener resultados visuales. El resultado del proceso se materializó a través de las respuestas encontradas, Ubicó referentes, desde las memorias más profundas de las artes y los seres humanos, donde el fuego y sus derivados como el carbón y el humo fueron utilizados como formas de dejar registros y crear marcas visuales. Con estas referencias utilizó derivados del fuego como el carbón para representar rastros de humanos, ojos, rostros y simbologías que han existido alrededor del ascetismo.
Como una forma de contraste que nace de manera casi natural viene la investigación que dio pie a “Taciturnos de la urbe”. Un espacio para hacerle preguntas al ruido y dejar las respuestas en lenguajes visuales que no dejan lugar para el silencio. El artista quería utilizar elementos predominantes en su formación creativa como el grafiti. La inquietud creativa de seguir explorando un tipo de arte que estuvo presente desde sus inicios, comenzó a darle forma a esta serie. Todas las piezas buscan el ruido visual y tener gestualidad en sus trazos. Con el uso de distintas técnicas cruzadas se llegó a un referente visual construido a través de las publicidades encontradas en la calle, fotografías y otros elementos que se fueron estratificando unos sobre otros en capas y capas. Logró construir resultados tomados de la vida cotidiana de Zacatecas para proyectarla en otros espacios y contextos, como es el caso de Querétaro.
Actualmente ambas series se siguen tejiendo y complementando en sus individualidades. Pero también resultaron en una forma de hacer unión en el contraste. En este momento el interés del artista está en la dualidad de los conceptos (ruido-silencio, lo sagrado- lo profano) y busca establecer una especie de comunión, a través de lo visual, que rompa con la dicotomía de que una cosa es completamente opuesta a la otra. Explora el ruido y el silencio como dos elementos que no son del todo contrarios. Indaga dentro de la complejidad humana donde se posee lo sagrado al mismo tiempo que lo profano y para ello utiliza un nuevo registro de personajes y elementos como simbolismos explorados a profundidad y en sus propias realidades tales como las máscaras. Sin dejar de lado las combinaciones de técnicas y elementos que había utilizado anteriormente. El sincretismo que tanto busca, se materializa a través de lo visual al integrar lo pasado con lo nuevo; graffiti, fuego y carbón conviven en estas obras para hablarnos sobre el ruido y el silencio. Todo en estas piezas grita que hay que encontrar puentes para juntar lo que aparentemente no está destinado a juntarse.
Como mencioné anteriormente Rafael Esquivel ha mantenido comunicación entre su obra y Querétaro y es un gusto para Impulso Galería poder formar parte de la difusión de su trabajo. Esperamos muy pronto, contar de vuelta con su visita para conocer los nuevos resultados nacidos de los procesos de investigación anteriores. Pues confiamos en que una búsqueda que ha crecido tanto a lo largo del tiempo se robustece en sus raíces y crea ramas con cada vez más fuerzas. Estas preguntas, que continúan moviendo e impulsando a la obra del artista, cada vez encuentran más formas de responderse y plasmarse a sí mismas en su estilo visual.
Mar Llamas