“Soy prieta, El cuerpo humano, raíz, territorio, memoria y resistencia”.
Por Alix Yolitzin.

El cuerpo femenino no sólo es concebido como un espacio físico y biológico, sino como un territorio
que se configura y reconfigura de acuerdo a la memoria, y al contexto político y social de México y
el resto de Latinoamérica. La imagen de la mujer latinoamericana es muchas veces visiblemente
definida como el mismo territorio que habita: a veces arrasado, conquistado, invadido, un paisaje en
el que se plasman los lenguajes del colonialismo y la violencia; y otras veces, es una imagen
profundamente determinada por la fuerza, la historia y la resistencia palpadas en su sangre y su
memoria. En Latinoamérica el cuerpo de las mujeres está atravesado por el colonialismo, el
capitalismo y el patriarcado, y es violentado a través de formas de racismo y discriminación.
El racismo en México es la violencia más normalizada e invisivilizada que impera. Las razas son una
construcción social, no existen, pero el racismo sí, y es una forma de negar la diferencia física,
cultural, ideológica y hasta geográfica, es una forma de oprimir, de avergonzar y avergonzarse de
una forma de verse, de hablar, de vivir, de ser. Es violentar la corporalidad de otra persona, por
medio de la burla, la criminalización y la omisión, y el endoracismo (el racismo internalizado) es una
forma de vivir una vida con el sentimiento de inferioridad, de autorechazo.
El proyecto “Soy Prieta” nace en 2021, aunque se fue gestando casi desde el día en que nací, en un
país en el que mi realidad está determinada en gran medida por las características que tiene mi
cuerpo y su origen: ser mujer, el color de mi piel, mis facciones, mi tamaño, el espacio que ocupo (si
soy gorda o soy flaca), el largo de mi pelo, mi ropa. Un cuerpo que no corresponde a las
características y estereotipos de belleza hegemónicos y predominantes de los estándares
dominantes europeos y extranjeros. Un cuerpo de mujer prieta que no es considerado digno de
aspirar a ser, de existir, de ser representado, de ser admirado o cubierto de oro, por no considerarse
hermoso, limpio, étereo, de clase o sublime.
“Prieta” en México es una palabra que tiene el significado de ”una persona de piel morena, casi
negra”. Pero en este país la palabra “prieta” abarca mucho más que un adjetivo, una mera
clasificación de colorimetría, está más allá de una manera verse, se trata de un fenómeno que
acarrea una terminología que históricamente se ha vuelto insulto y está relacionado de manera
directa con nuestro origen, con el indigenismo, la colonización, el mestizaje y elterritorio.
El decir “Soy prieta” es reapropiarme de la injuria, del insulto, es cambiar la connotación de la
palabra, es reclamar m i derecho de autonombrarme con dignidad, es reafirmar mi derecho de
existir. “Soy prieta” es de muchas maneras una reconciliación con mi prietud y todo lo que
comprende: mi cuerpo, mi piel, mis rasgos, mi nombre, mis ancestras, mi lengua, mi cultura, el lugar
en que nací. Es una reconciliación con la herencia y la memoria, es resisitir, a(r)marme, (re)
construirme, (re)conocerme, permanecer y pertenecer.
Este proyecto es dedicado a la dignificación de las historias de mujeres orgullosamente prietas.
Gracias a las que aportaron y enriquecieron este proyecto compartiendo su testimonio e imagen:
Ayslin, Adriana, Alicia, Regina, Sandra, Quetzal, Alejandra, (y contando).

Alix Yolitzin, 2023.

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